DEL CÓDIGO DEL 55 A LA REFORMA DEL 94.
El fuerte impulso que experimentó el sistema educativo, al ofrecer cobertura a
grandes sectores
campesinos e indígenas propició el mejoramiento de vida de los beneficiados y el progreso del país.
Insuficiente en sus alcances, la Reforma del 52 poco a poco se fue desvirtuando antes de alcanzar
a dar todos sus frutos. Este sentimiento de fracaso se fue agrandando hasta que en 1969, se produjeron cambios radicales que llevaron a plantear otra reforma, considerada por el magisterio como «contrareforma ». el 4 de diciembre de 1968, durante el gobierno de René Barrientos, se decretó la reestructuración de la educación escolar que comprendía cuatro esferas:
1. Educación Regular y sistemática, impartida en niveles y ciclos.
2. Educación de Adultos.
3. Educación Especial
4. Educación extraescolar o de extensión cultural.
La Educación Regular comprendía tres niveles: Primario, Medio y Superior.
La Educación Primaria implicaba tres ciclos:
Prebásico, con dos secciones optativas.
Básico, con cinco grados obligatorios.
Intermedio, de tres grados obligatorios.
La educación media dos ciclos: Común y Diferenciado con cuatro grados. El diferenciado podía ser
Humanístico o Técnico-Profesional.
El nivel de Educación Superior comprende Areas y ciclos especializados.
Para llevar a cabo esta reforma, se declararon vacantes todos los cargos docentes, con el fin de
volver a reinscribirlos bajo otras condiciones de trabajo menos favorables para los docentes.
Se buscaba una nueva pedagogía nacional conforme a la realidad del país para la formación del
hombre boliviano en función de los requerimientos de la Comunidad y del Estado.
Estas reformas fueron muy limitadas y a excepción de la nueva estructura, prácticamente no se
llevó a efecto y tampoco permitió el cumplimiento de los objetivos del Código del 55.
La Política Educativa de Ovando.
Después de la muerte de Barrientos, accedió al poder el general Ovando, que intentó montar una
política educativa coherente con las propuestas de Reforma de Barrientos. Para ello formuló sus políticas de avanzada dadas las condiciones del país. En esta línea reiteraba la responsabilidad del Estado en la Educación y el derecho inalienable del pueblo a recibirla con el carácter liberador: la educación debería ser el sostén de los valores de las personas: dignidad, solidaridad, libertad y anhelo de perfección; transmitiendo los valores nacionales y universales y formando al hombre boliviano en función de su realidad y la de América, a fin de consolidar la democracia. Pregonaba la movilización de todos los
sectores de la población educada, maestros, universitarios, estudiantes, Fuerzas Armadas, Guardia Nacional, sindicatos y prensa para la alfabetización y educación de adultos. La educación debía formar técnicos medios para el desarrollo económico y social del país, y formar mano de obra calificada de acuerdo a estos requerimientos.
Durante su gobierno se efectuó el Primer Congreso Pedagógico, en 1970. Entre las conclusiones
de dicho Congreso se encuentran las siguientes: la educación debe ser nacional, democrática, científica y popular. Debe suprimirse la dicotomía entre la rural y la urbana; acelerar la creación del Consejo Nacional de Educación con representación paritaria entre Gobierno y el Magisterio Nacional. Propone la creación del Departamento de Pre-primaria en las Normales del País.
En cuanto a la educación primaria propone ocho cursos de estudio. Subdivide la educación media
en dos clases de bachillerato: académico y técnico. Para el primero propone tres especialidades:
Ciencias Socio-Económicas, Químico-Biológicas y Físico-Matemáticas.
El técnico comprendería las especialidades: Industrial, Minera, Artesanal, Comercial-Administrativa,
Agropecuaria, Técnica femenina y Artística.
Sugiere la creación de la cátedra de Educación Especial en las Normales. En cuanto a la
alfabetización formula dos objetivos: capacitar a los educadores de adultos en las técnicas modernas de alfabetización y en lenguas nativas y «crear la cátedra de alfabetización en los colegios secundarios, normales y universidades».
campesinos e indígenas propició el mejoramiento de vida de los beneficiados y el progreso del país.
Insuficiente en sus alcances, la Reforma del 52 poco a poco se fue desvirtuando antes de alcanzar
a dar todos sus frutos. Este sentimiento de fracaso se fue agrandando hasta que en 1969, se produjeron cambios radicales que llevaron a plantear otra reforma, considerada por el magisterio como «contrareforma ». el 4 de diciembre de 1968, durante el gobierno de René Barrientos, se decretó la reestructuración de la educación escolar que comprendía cuatro esferas:
1. Educación Regular y sistemática, impartida en niveles y ciclos.
2. Educación de Adultos.
3. Educación Especial
4. Educación extraescolar o de extensión cultural.
La Educación Regular comprendía tres niveles: Primario, Medio y Superior.
La Educación Primaria implicaba tres ciclos:
Prebásico, con dos secciones optativas.
Básico, con cinco grados obligatorios.
Intermedio, de tres grados obligatorios.
La educación media dos ciclos: Común y Diferenciado con cuatro grados. El diferenciado podía ser
Humanístico o Técnico-Profesional.
El nivel de Educación Superior comprende Areas y ciclos especializados.
Para llevar a cabo esta reforma, se declararon vacantes todos los cargos docentes, con el fin de
volver a reinscribirlos bajo otras condiciones de trabajo menos favorables para los docentes.
Se buscaba una nueva pedagogía nacional conforme a la realidad del país para la formación del
hombre boliviano en función de los requerimientos de la Comunidad y del Estado.
Estas reformas fueron muy limitadas y a excepción de la nueva estructura, prácticamente no se
llevó a efecto y tampoco permitió el cumplimiento de los objetivos del Código del 55.
La Política Educativa de Ovando.
Después de la muerte de Barrientos, accedió al poder el general Ovando, que intentó montar una
política educativa coherente con las propuestas de Reforma de Barrientos. Para ello formuló sus políticas de avanzada dadas las condiciones del país. En esta línea reiteraba la responsabilidad del Estado en la Educación y el derecho inalienable del pueblo a recibirla con el carácter liberador: la educación debería ser el sostén de los valores de las personas: dignidad, solidaridad, libertad y anhelo de perfección; transmitiendo los valores nacionales y universales y formando al hombre boliviano en función de su realidad y la de América, a fin de consolidar la democracia. Pregonaba la movilización de todos los
sectores de la población educada, maestros, universitarios, estudiantes, Fuerzas Armadas, Guardia Nacional, sindicatos y prensa para la alfabetización y educación de adultos. La educación debía formar técnicos medios para el desarrollo económico y social del país, y formar mano de obra calificada de acuerdo a estos requerimientos.
Durante su gobierno se efectuó el Primer Congreso Pedagógico, en 1970. Entre las conclusiones
de dicho Congreso se encuentran las siguientes: la educación debe ser nacional, democrática, científica y popular. Debe suprimirse la dicotomía entre la rural y la urbana; acelerar la creación del Consejo Nacional de Educación con representación paritaria entre Gobierno y el Magisterio Nacional. Propone la creación del Departamento de Pre-primaria en las Normales del País.
En cuanto a la educación primaria propone ocho cursos de estudio. Subdivide la educación media
en dos clases de bachillerato: académico y técnico. Para el primero propone tres especialidades:
Ciencias Socio-Económicas, Químico-Biológicas y Físico-Matemáticas.
El técnico comprendería las especialidades: Industrial, Minera, Artesanal, Comercial-Administrativa,
Agropecuaria, Técnica femenina y Artística.
Sugiere la creación de la cátedra de Educación Especial en las Normales. En cuanto a la
alfabetización formula dos objetivos: capacitar a los educadores de adultos en las técnicas modernas de alfabetización y en lenguas nativas y «crear la cátedra de alfabetización en los colegios secundarios, normales y universidades».
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